domingo, 1 de mayo de 2011

Los trabajadores y sus botones

Las caricaturas están a la orden del día, apriete botón. El 1 de mayo es el día internacional del trabajador, día en que se conmemora la lucha reivindicativa de los Mártires de Chicago, sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de un horario laboral justo. Mucho se ha escrito desde ese acontecimiento inefable, e incluso esos mismos grupos de poder responsables de matanzas como la de Santa María de Iquique, han manipulado a tal nivel los hechos que parece una caricatura de dibujos animados del Cartoon Network. La sangre quedó estampada en las veredas cosa que los transeúntes actuales simplemente vean la marca y no reflexionen frente a ello. Signo de nuestros tiempos.

En tanto en un liceo de la comuna de El Bosque, una niña es agredida por una compañera envidiosa que le gustaría tener ese mp3 que su mamá no le pudo comprar en el Líder. El director del liceo, el Ministerio de Educación, La Iglesia hacen toman el teléfono, aprietan los números y hacen un llamado ferviente a la paz, pidiendo por favor que se acabe de una buena vez la violencia, que así no se puede seguir, que nos estamos transformando en una sociedad injusta.

La verdad sea dicha ¿De qué se sorprenden tanto? Tanto la conmemoración del día del trabajador como la niñita agredida tienen el mismo denominador común: violencia. Hablo muy en serio cuando digo que a cada segundo alguien es maltratado ya sea por un sistema económico injusto, que beneficia a los mismos de “Iquique”, como aquel estudiante que está condenado per sé a la pobreza, por haber nacido en el quintil más pobre de esta sociedad; condenado a la violencia que significa ser un trabajador sin derecho alguno a sindicalizarse puesto que el dueño, al final del año, lo despedirá por ser la oveja descarriada que quiere un futuro un poco mejor.

Cuando nos detenemos un poco en esto nos abofetean con la posibilidad de crear un millón de empleos con remuneraciones indignas, nos abofetean violentamente con frases de “mejor seguridad” pero no mejores salarios; nos violentan sistemáticamente cuando desacreditan a la organización de los trabajadores y de la importancia que tiene una jornada laboral digna en donde la mujer y el hombre tengan el derecho a criar a sus hijos en la paz de la justicia. Es una caricatura violenta, hecha por los de siempre, por aquellos que han visto cómo Tom y Jerry se persiguen y se hacen trampas con dinamitas, al igual que el pobre Coyote que, con su inventiva, no sale de la pobreza del hambre. Esa es la historia de una caricatura de los hombres que entregaron su vida por allá en Chicago. Esa es la historia de los trabajadores que simplemente aprietan a diario el botón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario